Ya se ven algunas luces
Ya se ven algunas luces
al final del oscuro camino
en el andar de ese largo viaje
grandes pérdidas en su transcurso.
Colores destellantes se divisan
colores mágicos, divinos
un mundo mágico, un paraíso
el de la ilusión y la fantasía.
Música estridente
aún en la lejanía
nuestros pasos nos acercan
corren los niños a ver si antes llegan.
Desde lo alto de la noria
luces lejanas, civilización inválida
viaje circular, subidas y bajadas
miedo, carcajadas, risas.
Rusa, esa rara montaña
vértigo, caída al vacío
el estómago camino a la cabeza
vertiginosa la velocidad.
Música, muñecos
escopetas, tiros
el gran oso de peluche
nos está mirando, descarado.
Un chaval desesperado
pensando que a tiros se lleva el kiosco
al final un muñequito
que le cabe en la lama de la mano.
Su novia, o quien sabe...
Le mira con cara de pena
piensa él, a por el osote
tiro a tiro, se lo lleva.
Ella, ya contenta
su peluche en la mano
indecisa, si el novio o el oso
para dormir la noche entera.
De túnel a túnel
de la aventura al miedo
fantasmas, grandes inciertos
desesperados gritos, hasta molestos.
A su salida, risas
a veces, mojado el asiento
miradas de reojo, carcajadas
salgamos corriendo.
Cochecitos locos
sus antenas chisporroteando
sin policías de tráfico.
¡Mira, unas chavalas en un auto!
Subamos, subamos
esta noche ligamos
vamos a ver si chocamos
cabeza y pecho salen disparados.
Risas, más risas
carcajadas a ratos
monumental el cabreo al otro lado
ese intento de ligue ha acabado.
Huele, huele
rico ese perfume..
¡Uf, con el hambre que tengo!
Hamburguesas, salchichas...
Dulce, dulce, azúcar espumoso
algodón, como nubes
huele a gofres
embriagador dulce.
Baja el sonido de la música
cuerpos cansados, sonrientes
el espíritu sigue vivo
la ilusión patente...
Fantasía en el recuerdo
hasta el año que viene
de charla en charla
en el tiempo siempre recurrente.
Toni Oliver