Vi un reloj en tu pecho
Vi un reloj en tu pecho
las agujas marcaban el tiempo
ese gran invento
lo aparté, no tiene sentido
perder el tiempo mirando el tiempo
valga la redundancia del mismísimo tiempo.
En su lugar, mis dedos
deslizándose por la piel al susurro del viento
dejando sentir el pulso del corazón
por todo el cuerpo un cosquilleo.
Sentires imperfectos
con el compás des acompasados
rumbo a lo desconocido
como las velas del velero
rumbo a un mundo incierto.
Convulsiona tu cuerpo
por las cavernas, en lo más profundo
atravesando el cerebro hasta el infierno
las flamas eternamente ardiendo.
Miré tus labios
en ella el deseo de infinitos besos
pidiéndolos a mudos gritos
acercando mis labios a los tuyos
me crucé con tus ojos
perlas brillantes del deseo.
Tu piel, vestida de sudor
como una gran cascada bajando
desde el cielo por ese cuerpo
llegando al a calma del lago
destino para el refresco.
De nuevo siguiendo el cauce del río
su agua, la pasión de nuestros adentros
recorriendo entre acantilados
hasta que se crucen de nuevo
nuestros dedos, nuestros labios...
Toni Oliver
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