Todo el mundo
Todo el mundo señala con el dedo
principio de los males de odio
movidos por finos hilos
invisibles a los ojos.
Pero... ¡Por Dios!
el culpable no es el señalado
sino el pobre o desgraciado
sin más culpa que haber nacido
quizás en un lugar errado.
Curioso, si eres acaudalado
te halaban como al dios dado
el gran señor al que alimentamos
mas, decimos que nos está cuidando
cuando con nuestro sudor
sus festines se está dando.
Entre el anterior y el señalado
la masa no pensante, dedo alzado
baila al son de los hilos manipulados
como las marionetas de teatro
simples títeres danzando.
Esperan los aplausos
algunos les son dados
mientras de los chuscos
duros, mohosos, se van alimentando.
Toni Oliver
No hay comentarios:
Publicar un comentario