Pensamientos filosóficos a cualquier hora del día o de la noche. 04/11/2021
Acabo de leer un “meme”, de esos que ahora están de moda, la siguiente pregunta:
¿Qué ganaste cuando perdiste?
Parece paradójica la pregunta, pero... Yo voy a dar mi respuesta.
Me gusta la pregunta y te paso la respuesta:
Lo perdí todo, lo material se quedó en el camino, el simulacro de familia desapareció en el aire volatizado como el gas al estar libre, quedé con lo puesto, un saco de huesos con una piel que los aguantaba para que no se perdieran en cada paso por el camino de baches, podría seguir, pero más o menos una idea te puedes hacer...
¿Qué gané? Todo. La salud, dentro de los restos de las duras batallas, que iba en caída centrífuga como si fuese la espiral de un huracán, pero en un agujero negro donde el destino era totalmente incierto. Muchas cicatrices quedaron, pero... Aunque con el tiempo queden las marcas, tatuajes de las duras batallas, las heridas, por dentro, van sanando con el tiempo...
¿Quizás preguntes, y el dinero? La verdad, es la trampa que hunde al esclavo, convirtiendo sus cadenas, cada vez más pasadas, en el lastre que jamás le permitirá liberarse de la pesada carga. Las cosas materiales son simples eslabones de esa cadena que te ata, que además te amarra la mente al mismo lastre, la cual ya no piensa en liberarse, a sabiendas de que esa necesidad impera para seguir con el propio avance.
Toni Oliver
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