Viendo arder el fuego
Viendo arder el fuego
en la chimenea los leños
las llamas, un escenario
cada una, actores de teatro
infinitas imágenes sus movimientos
hipnotizante su rumoreo.
Como tu sangre, el humo rojo
al arder en mis pensamientos
las flamas, tu cuerpo
moviéndose sin concierto
las pupilas de mis ojos
de mirarte, ya ciegos.
El latir del corazón escucho
ya no sé si el mío o el tuyo
o ambos acompasados
marcando nuestro ritmo
vals de besos
abrazos fundidos.
El calor en nuestra piel se va pegando
nuestros cuerpos desnudos
exploradores los dedos
la lengua, salvaje, lamiendo
el sabor salado
que la brisa del mar nos ha dejado.
Sensación de erizo
la piel llena de minúsculos montículos
sembrados por el vello
firmes, mirando al cielo
como soldados uniformados
todo el cuerpo sintiendo...
Toni Oliver
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