Puerta hacia ningún lado
Puerta hacia ningún lado
en realidad buscaba la puerta del cielo
por la que subí montañas a lo más alto
con todo mi sudor y esfuerzo.
Allá, en lo alto
donde nada buscaba, en un pico
estaba la puerta hacia ningún lado
mientras que te transportaba al infinito.
La abrí, pasaba el aire fresco
como nunca había respirado
se divisaban las montañas con su manto blanco
finas nubes estiradas en el cielo.
El verde prado
en las laderas que dan al lago
líquido fresco, helado
la pureza del tesoro.
Volví la mirada tras mis pasos
sólo vi mi pasado
con un lastre pesado
lo más inútil ahí había quedado.
Decidí dar el gran paso
giré la cerradura de hierro oxidado
por los años, los miedos
la volví a cerrar, chirriando.
Mi mochila ya sin peso
el lastre desaparecido
un nuevo rumbo al cielo
al mismísimo infinito.
De lejos la puerta iba mirando
tras mis pasos iba desapareciendo
en la nada se iba desmoronado
en mis pulmones aire fresco.
Toni Oliver
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