La generación de cristal
La generación de cristal
la que criamos bajo la campana
para que no le atacara nada
y de todos los males se salvara.
De extremo a extremo
del trabajo duro y más duro
de las penurias, sin aliento
manos agrietadas, heridas sangrando.
Nos olvidados de enseñarles
para que no sufrieran como nosotros
la cultura del esfuerzo
la perseverancia y el ingenio.
No aprendimos a delegar
para que ellos se esforzaran
entrenaran su mente
para que la trabajaran.
Pensamos que mejor nosotros hacerlo
no sea que se cansen por el esfuerzo
se lo dimos todo pensado
no sea que agoten su cerebro.
Les enseñamos que todo es regalado
pero no que hay que trabajarlo
que el alimento viene solo
como la magia del engañabobos.
No les enseñamos a trabajar su alimento
a ganarse el pan con el sudor de su frente
se lo dimos todo hecho
sin pensar que hicimos un cristal quebradizo.
Que al mínimo golpe se rompe
en mil añicos sin solución
los hicimos débiles
pensando en ver televisión.
Programas de tontos e inútiles
con sueldazos de grandes trabajadores
sin esfuerzo, viviendo del cuento
los metimos en la noria del viento.
Nos quejamos que no tienen trabajo
ni lo buscan ni les interesa
su moral por los suelos
ni los psicólogos medicina encuentran.
Nos ganamos muchos derechos
a golpes de porra de los grises
corriendo bajo los pies de los caballos
a velocidad de los docientos metros libres.
Su lucha es sedentaria
sus manos sobre el teclado
olvidando la ortografía
construyendo un nuevo abecedario.
Nosotros los más viejos
culpables de ese desaguidado
la cabeza nos golpeamos
no entendemos que nos ha pasado.
Vemos que todo lo conseguido
se evapora con el tiempo
ya nada queda de aquello
sólo algunos vagos recuerdos.
Nuestros niños de cristal
jugando, pasando el tiempo
mientras llegue la teta del abuelo
el que se llevó los palos.
Los de antes, los de entre, los de después
los de ahora y los de siempre
de grandes luchadores a paganos
de los males del universo...
Toni Oliver