lunes, 24 de junio de 2024

Sentado en la acera

Sentado en la acera

Sentado en la acera
el niño ahí sentado
pantalón gris caduco
en el que residen cantidad de remiendos
camiseta blanca
recosida mil veces
con aguja e hilo
del cajón de los ovillos
todos los días usado.

Sandalias de esparto
la calle polvorienta
regada cada mañana
con el agua de fregar la casa
de la humedad que del suelo afloraba
la misma que en el aire se respiraba
esas mañanas de verano.

Bochorno, bochorno
el sol radiante por sobre la niebla
por debajo de ella
un manto de vapor de agua
esa neblina permanente
en invierno calando los huesos
en verano, los pulmones ahogando
sudorosa la piel
buscando la sombra permanente
donde el aire la seque y refresque
aunque sean unos grados.

La calle desierta
no se atrevían ni los perros
a cruzarla ni por un momento
se achicharraban sus patas
como si fuera el mismísimo desierto.

Silentes los pájaros
algarabía de chicharras 
los grillos jugando al escondite
pactando con la calor
no dejar dormir en la noche
ni descansar a esos cuerpos
que tanto lo necesitan...
Desvelo, vueltas
sábanas de sudor mojadas...

Toni Oliver

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