Al levantarse la niebla
Al levantarse la niebla
despacito, como descubriendo un misterio
aparecen las dunas sagradas
desapareciendo al cambio del viento.
Aparecen de nuevo
cada vez más bellas
llenando el corazón
de grandes sentimientos.
Entre la blanca arena
el quemado del sol
la vista achicharrada
el latir de ese motor.
Motor de sangre y vida
ardiente como el fuego
de nuevo su figura
esas dunas de ensueño.
De la noche, la oscuridad
bajo la luna relucen como el oro
en mi corazón se graban
entre realidad e ilusión.
Sopló la brisa
la niebla, las dunas desaparecieron
en mis adentros un vacío
buscando en mis recovecos mi alma.
Mis labios, deseosos de besos
secos por la ardiente brisa
los ojos ya ciegos
desaparece entre la noche la luna.
Toni Oliver
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