Empecé a subir
Empecé a subir
por esas dos columnas
que elevan hacia el cielo
camino vertical de escalada
cuando miras al suelo te ataca el vértigo
incitando que sigas con la subida
hasta la cueva prohibida
húmeda, intrigante, deseada
para seguir elevándose
agarrado de liana en liana
superando los salientes
despacito, sin prisas
para llegar a esos labios
deseosos de ardiente fuego
perdiéndome en tus pupilas
viendo las vistas con tu mirada.
Esa que me hipnotiza
desde la lejanía
como la luna cuando es llena
que te deslumbra
tras cada parpadeo
hasta que te rindes y te ciega
obligando a utilizar
la digital parte de las manos
para explorar y tantear el terreno
con sus montes y valles
cuevas ignotas, cataratas
otros lares insólitos
ese latir constante
sólo el volumen cambiante
orientando éste el epicentro
de ese bombeo incesante.
Desde lo alto
prendido de esas lianas invisibles
el suelo, esa lejanía
vista desde la cima de ese monte
hasta las arritmias
respiración entrecortada
sudores de batalla
sin esperar ni desear la calma
esperando que ni la brisa entorpezca
esa entretenida escalada...
Toni Oliver
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