Me encontré a una anciana
Me encontré a una anciana
vestida con ropa de mil parches
las botas roídas por las ratas
en cada mano una vara
para ayudar a sus piernas cansadas
con un haz de leña en la espalda.
A su vera, un señorito
con la ropa bien planchada
zapatos de charol recién lustrados
abroncando a la anciana
pidiendo clemencia con la sonrisa en los labios
a un señorito que nunca ha dado un palo al agua.
En señorito seguía con sus trece
insultos para humillar a la anciana
reprochándole que recoja la leña
del bosque que el señorito no cuidaba
señorito con orgullo de inútil
con esa superioridad mal sana.
No se acuerda que la anciana
era quien lo cuidaba cuando apenas andaba
su orgullo le ciega, su ego le mata
se ha quedado sin humanidad
de la empatía no se habla
y de la humildad... Eso ya es de otra galaxia.
Toni Oliver
No hay comentarios:
Publicar un comentario