Me sentí acurrucado
Me sentí acurrucado
entre sus tiernas manos
suaves, sedosas, en su amparo
desde sus venas escuchaba sus latidos
al que acompañaban los míos
armonía entre corazón y corazón
sintiéndome tan minúsculo
tan grande e inmenso
a la vez, aunque sea contradicción.
Sin ver nada, ciego
escuchaba su aliento
música celestial que me va calmando
de mis fantasmas, dragones, diablos
mil monstruos inculcados
una caricia de sus dedos
mi piel erizando
siento hasta escalofríos
sin ser por el frío que está reinando.
Más bien, esa calidez de esa mano
la del dedo acariciando
los besos de sus labios
estremeciendo los míos
unos y otros se quedan pegados
mudas palabras, silencio
un corazón, el aliento entrecortado
esos brazos abrazando
ambos presos de ambos.
Toni Oliver
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