Arde el sol, arde el suelo
Arde el sol, arde el suelo
huele a llamas, respiras fuego
buscas agua, encuentras vapor
caminas, pasas delante de un espejo
te miras, ¡qué raro me veo!
Una nebulosa sale de mi cráneo
quizás sean la ideas de mi cerebro
abandonándome en este mundo infecto
mentiras, farsas, odio
noto que me quedo seco.
La Parca, ese saco de huesos
me mira entre babas y descaro
una sonrisa de sus labios descarnados
debajo de su capa se le desintegran los huesos
el sol la mira riéndose de su desconcierto.
Sigue ahí el espejo
las imágenes deformando
como cuando en el agua te vas mirando
ese oleaje que te vuelve un espectro
en vapor convertido mi cuerpo.
Arde el sol, arde el suelo
en la playa pegando saltos
que los pies me estoy quemando
lagartija me están llamando
mientras al mar llegar estoy intentando.
Ya en el agua, parece caldo
huele a buen puchero
hecho con aceites raros
busco la “pringá” para ir picando
no encuentro ni los garbanzos.
Ni la brisa de la cama se ha levantado
con tanta “caló” dice que trabajen los esclavos
que no, que no apaga el aire acondicionado
tampoco cuando venga el recibo
que les den por saco.
Toni Oliver
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