Estaba la pluma
Estaba la pluma
triste, desconsolada
el papel ausente
la tinta escasa
las ideas desaparecidas
entre la gran maraña
de palabras vanas
mentiras a mansalva
teatro y circo en la arena
donde corría la sangre barata
la algarabía en son de marcha
por lo alto las espadas
no se escuchaban las buenas palabras
sólo los chillidos, el odio que se sembraba.
Llegó la lluvia
limpiando la arena
de tanta sangre derramada
corriendo por la calle, ya roja
con la pluma topaba
llenándose de energía
ya bien cargada.
En rojo surgían ya las palabras
enmudecidas por el ruido de la batalla
en el aíre las escribía
con el viento volaban
se escuchaban en la tormenta
también en la calma
cambiando de la mente el pensar
del dolor que el rojo sangre transmitía
incluso el sentir de esas almas perdidas
en pleno fragor de la batalla.
Entre cenizas el carbón afloraba
bajo la lluvia el agua se teñía
ese petricor que se respiraba
cruces de miradas
los rostros se enamoraban
palabras de amor la pluma escribía
sobre la piel mientras los dedos acariciaban
los escalofríos la recorrían
la tinta en forma de vello se erizaba
verde jardín de flores rojas
la pasión se encendía
la vela parpadeaba.
Toni Oliver
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