Iba cayendo
Iba cayendo la gota de agua
de la punta de una estrella
al tiempo que se estiraba
traslúcida quedaba.
Yo encogía o la gota crecía
en un instante, ella inmensa
dentro estaba ella
piel blanca vestida de sedas.
Encerrada, sus alas abiertas
formadas por fina cera
frágiles, como el cristal
brillantes como el universo que contenía.
Destellaban en ella
el parpadeo de las estrellas
concierto infinito de belleza
y yo con un gran dilema.
Rompo la gota que la encierra
para que pueda volar a sus anchas
o se me romperá ella
al salir de esa campana.
Quería abrazarla
mirarle a los ojos, besarla
me invadía el miedo a quedarme sin nada
y que su imagen se evaporara.
Se rompió sola
saliendo de ella mil galaxias
más una estrella despacito se elevaba
me miraba, los ojos me guiñaba.
Mientras un beso le mandaba
ella al mío replicaba
invisible, mis labios besaba
como el fuego ardían.
Por las noches su parpadeo miro, me mira
cuando me ve hasta baila
me invade la alegría
al tiempo que la melancolía.
Toni Oliver
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