Érase una vez
Érase una vez
en plena selva salvaje
los leones y las hienas
el reinado se disputaban.
Después de charlas y mentiras
entre falsa seriedad y falsas sonrisas
eligieron a los leones
para que reinara en la selva “maldita”.
Descontentas las hienas
sus mentes maquiabélicas
organizaron un plan
acoso y derribo, el precio da igual.
Muchos intentos fallidos
la paciencia no ha de faltar
la selva decidieron quemad
y a los leones culpar.
Gritando contra los leones
que la selva fueron a incendiar
testigos ellas de que los vieron
lanzando fuego sin parar.
Se proclamaron Reyes sin votos
como grandes salvadores
dioses benévolos...
Los colmillos bajo las máscaras.
Como muy mal estaba la selva
sacrificios pidieron para empezar
no pararon los cadáveres de llegar
para sus fauces alimentar.
Se olvidaron de los animales
de carroña se alimentaban
el resto de nada se enteraba
de rodillas las loaban.
Curiosos los recursos
cuanto menos esperas se acaban
tus mentiras hacia ti retornan
no entienden porque se rebelan ante esa nada.
Toni Oliver
No hay comentarios:
Publicar un comentario