Lunita
Lunita
lunita mía
caíste del cielo
acabando en mis brazos
me miraste sonriendo
me diste un beso en los labios
desde entonces, este poeta viejo
dejémoslo en aspirante, que a veces no llego
me dejaste embobado.
En la cocina hago mis pinitos.
¿Pero que come esa luna caída del cielo?
De la tierra nada le gustaba
decidí juntar pedacitos de cielo
guisarlos con el mejor esmero
no podía perderte, de mis labios
sólo salen “te quiero”
aliñé el guiso con los mejores besos
suaves y tiernas caricias como condimento.
Tú, recostada en mi pecho
con una cucharita te daba a probar el invento
tus labios, tu lengua paladeando
el sabor adivino en tu rostro
con una sonrisa de lado a lado
encendiéndose esos ojos
como dos estupendos faros
tu corazón, junto al mío
armonizaron sus latidos.
Con nuestras miradas, un diálogo
mudo, entre el silencio de los astros
por la ventana asomó el sol
nos miró con descaro
quizás con enfado
pero al ver tu rostro
el suyo se iluminó
por la ventana entrando
nos acarició con mimo a ambos.
Toni Oliver
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