Se amontonan las virutas de madera

Se amontonan las virutas de madera

Se amontonan las virutas de madera en el viejo estanque, rodeado de verdes y frondosos árboles en medio de la montaña. Amontonadas sobre la poca agua, en esa antigua fábrica de papel, tornándose poco a poco una fibrosa pasta, laminada por la pesada prensa, oscura y muy engrasada. Dos ancianos con piel momificada moviendo los rodillos de la pesada máquina. Hojas blancas, finas, alimentando ideas e historias, juntadas todas formando una maravillosa obra. Nace el libro, letras doradas.

Toni Oliver