Muda estaba la guitarra
Muda estaba la guitarra
triste y abandonada
en el viejo desván de polvo tapada.
Cantaban los pájaros cada mañana
por la tarde trinaban a mansalva
coreándose en bandada.
Llegó la tormenta
rayos y truenos lanzaba
el viento por las rendijas se colaba.
Por entre las maderas silbaba
se llevó el polvo de la guitarra
el aire las cuerdas acariciaba.
Volaban las notas bien tocadas
truenos, silbidos, el son de la guitarra
el desván vibraba.
Despertaron los pájaros
se unieron al festejo
trinaban, trinaban.
Despertó la guitarra
del olvido, del abandono
revivió, alegre como siempre estaba.
Toni Oliver
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