Si te pudiera encontrar de nuevo
Si te pudiera encontrar de nuevo
sí, ya lo sé, nunca nos hemos visto
tampoco nunca hemos hablado
pero te vi en mis sueños.
Sueños recurrentes
donde apareces a cada instante
imagen siempre presente
en mi historia errante.
Volaste hasta mi alma
con tus invisibles alas
bonitas, transparentes, de seda
tu voz siempre callada.
Hablaban tus ojos
enciclopedia de expresión
hablando con el corazón
ese recóndito rincón.
Mi corazón haces palpitar
cada vez que mis pupilas atraviesas
volando mi imaginación como lo hace el alma
un universo sin fronteras.
Sí, te vi mientras corría la suave brisa
acariciando mi piel erizada
sintiendo como una fuerte corriente eléctrica
mi mente electrizaba.
Mis versos son en presente y en pasado
en momento te recuerdo
en otros te veo
siempre te siento a mi lado.
¿Recuerdas?
Cuando nos revolcamos en la tierra
bajo las bellas rosas
de todos los colores había.
Esas espinas que se nos iban clavando
esa sangre que corría como si fuera río abajo
por los brazos, el pecho
hasta en la cara algún arañazo.
Ese perfume inconfundible
el de las rosas y el petricor en el aire
después de un seco verano, inaguantable
me decías, la tierra bajo mis pies cruje.
Cierro los ojos de nuevo
ahí está tu con tu sombrero
tu pelo negro azabache bajo el sombrero blanco
mientras la brisa mece ese pelo negro.
Tu blanco vestido
volando al son del viento
que lo tiene levantado
dejando tus pantorrillas y muslos al descubierto.
Cogiditos de la mano
como dos colegiales olvidados en el tiempo
desconectados del mundo
ese que nos tenían impuesto.
En la playa recuerdo tu corazón
haciendo coro con el mío
no teníamos radio
pero sonaban al unísono.
Nos alcanzó esa tormenta de agosto
antes de esta en unos minutos un sol espléndido
en nada un fuerte aguacero
cayendo como chorros por todos lados.
Nos rodeaban los rayos
la tormenta arreciando
unos delfines allá a lo lejos
saltando, jugueteando.
Con los truenos temblaba la tierra
terremoto tras terremoto sacudiendo nuestras almas
en nuestros labios, nuestros rostros una enorme sonrisa
incluso, de vez en cuando unas grandes carcajadas.
Carcajadas al ver nuestras caras
desnudos con nuestros cuerpos a la vista
nada importaba, el mar nos acariciaba
a veces a las olas por encima nos pasaba.
Ahora, tras no se cuanto tiempo
sueño con estar juntos
en carne y hueso
no sólo como amor platónico.
Ya sé que no apareces con tu cuerpo
pero en mi mente lo tengo grabado
en mi corazón a fuego
en mis manos te siento.
Toni Oliver
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