jueves, 26 de septiembre de 2024

Vive, vive, vive

Vive, vive, vive

Nacemos entre el amor y el cariño, una familia que nos mima, nos da todo el cariño. A veces dudamos si somos un simple muñeco o ese ser tan deseado, en el primer caso, cuando se cansan nos dejan tirados en algún rincón, otros en el cubo de la basura, en el segundo, nos siguen mimando. Para el niño, todo es un paraíso, un entorno adecuado, eso no va de que tenga más o tenga menos, a veces nos dan todo lo que se tiene y si no hay más tampoco pasa nada, el amor no tiene cantidad, es calidad.

Crecemos un poco, empieza el adoctrinamiento, unos lo llaman enseñanza, otros lo llaman aprender a obedecer, anular el propio ser para ser uno más de la manada, si te rebelas te llevas todos los palos, sino, simplemente eres uno más al que no le enseñan a pensar, sino “obedecer”, como si fueras esclavo. Creces un poco más, no te enseñan a emprender, te enseñan lo justo para ser esclavizado.

Como en todo, también va por clases, da igual lo que diga la Constitución, si eres de clase alta, te enseñan a emprender, a ver el mundo desde las alturas, dominando a los anteriormente citados.

Hay de todo en la vida, desde el que se rebela desde joven y es puteado hasta que fracasa, también el que a pesar de sus fracasos lo sigue intentando, a veces pierde, otras gana, pero no les gusta a los que están mandando, la competencia no es de su agrado.

Sea el rumbo que hayas tomado, llega un día en que piensas que te toca vivir de nuevo, recordando el tiempo en que tiempo no has tenido para vivir, sino sobrevivir en el intento de vivir como te han mandado. A veces piensas, “cuanto tiempo perdido”, luego reflexionas, “cuanta experiencia he recibido con todos los palos recibidos”... Pero eso cansa. Te jubilas, te pagan una pensión, no olvidemos que toda la vida para ello has pagado, que no te engañen, nada te van regalando. Con lo poco que ganas, vuelves al punto de cuando eras niño, sólo buscas “VIVIR”, en mayúsculas, y, si es posible, encontrar ese “AMOR” que por el camino has olvidado. Entiéndase ese “AMOR” en el sentido más amplio.

Si no te sientas ante el televisor, sigues “VIVIENDO”, lejos de la butaca o el sillón, manteniendo esa mente “JOVEN”, no vas envejeciendo, sigues siendo joven, pero con otra percepción, calculas tus posibilidades,  físicas, mentales, económicas, ahí es cuando empiezas a vivir esta otra juventud, a tu manera, a tu aire. Cuida tu mente, tu carcasa y nunca envejecerás, aunque las arrugas aparezcan. No olvides, poder llegar a las “arrugas” es un gran honor al que muchos no han llegado.

Toni Oliver



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