Hambriento de tus labios
Hambriento de tus labios
corrí sobre la ardiente arena
humeantes los pies
agotadas mis piernas
a tus labios llegué
colorado de los pies a la cabeza.
Llegué, conseguí besarlos
fuego ardiente
volcán en erupción
la lava al rojo vivo
petrificándonos en un fuerte abrazo
para la eternidad, como en Pompeya.
Toni Oliver
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