Desperté

Desperté 

Desperté medio atontado en una acolchada habitación, toda blanca, techo, paredes, suelo, sin puerta aparente. Me dolía la cabeza, las piernas no me sostenían, la mente borrosa, la vista indefinida.

¿Qué me ha pasado? Nada entiendo, tampoco nada recuerdo. Sólo silencio roto por el palpitar de mi corazón, cada vez más fuerte. Intentaba relajarme, pero mi cabeza daba vueltas y más vueltas, no entendía nada. Pasaba el tiempo, no tengo ni idea de cuantas horas llevo aquí, no se abre la inexistente puerta, ni voces, ni movimiento, ni ruido, nada... No sé ya si me he vuelto loco o loco me están volviendo, o simplemente encerrado, aislado, para que guarde silencio y nadie tenga la ocasión de escucharme... Preguntas, más preguntas, respuestas, ninguna...

Toni Oliver