El mar, la mar
El mar, la mar
entre la inmensidad del todo y la nada
el sentir la pasión de sus aguas
las olas, las tormentas, sus calmas.
Esas olas que al vuelo te elevan
lo mismo te sumergen en sus entrañas
túneles vertiginosos hacia la playa
o al Dios Neptuno una visita.
Danza entre sirenas
al son que bailan las algas
movidas por las mareas
como en una cuna encantada.
Los delfines te acompañan
en sus saltos, de panza o espalda
sus paseos sobre su cola
su sonrisa mientras te saluda.
De tu cuerpo, la piel salada
como el agua que a ella se pega
con el sol se reseca
dejándola blanca.
Mira como aterrizan
esas olas en la playa
espumosas y con calma
su música relaja.
Al llegar la noche
se refleja la luna
ella siempre guapa
se ponga el vestido que se ponga.
Te observa, te mira
aunque sólo quede tu sombra
te sonríe si la miras
te devuelve la mirada.
Toni Oliver
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