Perdona, perdónate
Te gusta danzar la vida
te pesa el orgullo para mover los pies
te carcome el ego tu cerebro
te prohíbe entrar en razón.
No perdonas por el rencor que tienes
no te das cuenta de que tú eres el que te carcomes
no te enteras, pero lentamente tu yo va desapareciendo
en el humo de tu propio ego.
Tu alma se destroza
tu odio al otro no le afecta
tu rencor tampoco
tu salud se deteriora.
Piensas ir con la cabeza bien alta
piensas en tu orgullo altivo
piensas en tu ego, ese farsante
piensas en el que dirán los que por ti no sufren.
Olvida tu orgullo, te deteriora
olvida tu ego, te miente
olvida el que dirán, no sufren tu dolor
olvida esa ofensa que crees, es pura apariencia.
Perdona, olvida lo que te creíste
perdona, sanarás tu alma
perdona, nulas ofensas, renacerás de tus cenizas.
Perdona, no por el otro, sino por ti.
De qué sirve odiar si el otro no te odia
de qué sirve sentirse ofendido si no recoges la ofensa
de qué sirven tus empanadas mentales si son ilusiones tuyas
de qué sirve destrozarte la salud si el otro nada nota.
No te ofendas por lo que te hagan
no te ofendas por lo que te digan
no aceptes esos regalos
así se los queda quien te los ha dado.
No aceptes esas cadenas
que te atan los pies, las manos, el pensamiento
vive libre en tus pensamientos
y danza la vida sin resentimiento.
Toni Oliver
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