Un uno, un ocho, un siete
Un uno, un ocho, un siete
del año no quiero acordarme
se usaban los muros
con el sentido de la sin razón
una bala en el corazón
en la cabeza o a discreción.
Tiempos difíciles
donde prevalecía la ambición
de los derechos ni hablamos
se los cargaron como si fuera una maldición
no hablo de bandos
cuando reina la sin razón.
Todos la perdieron
al arrancar la vida
a los que no piensan como ellos
unos con los votos del pueblo
otros con las armas del mismo
arrancadas a traición.
Usemos los muros
para algo más perfecto
inundémoslos de belleza
usando la pintura con destreza
no para el odio ni la destrucción
mostremos el alma, el corazón.
Sí, todo eso que sale de dentro
con tolerancia y comprensión
no con el uso del sin cerebro
que repite en cada momento
lo que les cantan en la tasca
o en los destructivos medios.
Que alegría poder ver
el arte, belleza, expresión
una vida llena de colores
una vida de ilusión
no el desamparo o el miedo
en esos muros de pasión.
Toni Oliver
No hay comentarios:
Publicar un comentario