El asteroide
Están los humanos
mirando al cielo desesperados
un asteroide se va acercando
a velocidad de vértigo cayendo
todos ojipláticos
boquiabiertos, mudos
miran al cielo inmovilizados
hablemos claro, pasmados.
Se va acercando
como la luz del alba en un día claro
una bola de fuego
eso es lo que se está divisando
hasta caer en la red del desamparo
quizás con vino, quizás borracho
cara de mono patizanco
visto a través de los agujeros
mirándonos con descaro.
¿De dónde habrá venido?
Ese pedrusco con tal espanto
de las galaxias guerrero
o sólo china de su zapato
expulsado desde la desesperación
que en los pies se estaba clavando
sin ninguna autorización
dando la sensación
de auténtico daño imaginario.
Del asteroide nos salvamos
los humanos todavía parados
mirando al cielo
ya nada ven, las pupilas en blanco
se les ha anulado el cerebro
si alguna vez les ha funcionado.
Toni Oliver
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