Me adentré en el bosque
Me adentré en el bosque
desnudos, sin follaje
las ramas como sombras
de aquellos pensamientos olvidados
cuyas semillas se perdieron en el vuelo
sin tocar suelo alguno.
Ya no anidan ni los pájaros
bosque yermo, muerto
la vida ha desaparecido
entre los restos podridos
ese follaje con sus recuerdos
mentiras, farsas, odios.
Llegó la lluvia
arrastrando los últimos restos
dejando las raíces sin alimento
la leña de los árboles carcomida
no sirve ni para fuego
áridas rocas en su suelo.
Cuenta la leyenda
que pasaron por ahí los Orcos
vestidos de humanos
el bien predicando
el mal en sus manos
bajo los pies, la destrucción.
Otras leyendas cuentan
que hubo humanos bueno
luchaban con ahínco y desesperación
sin armas ni munición
perecieron bajo los cascos de los caballos
y las espadas cargadas de odio y ambición.
Dicen que vagan sus almas
entre las sombras de las ramas
advirtiendo del peligro de la raza
traidora, egocentrista
amante de su codicia y avaricia
ignorante de su condición.
Toni Oliver
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