Sentí que me resquebrajaba
Sentí que me resquebrajaba
la sensación
de que estaba cayendo al vacío
sin miedo alguno
cuando tus brazos
como de la araña sus hilos
apretaban con esmero
sin compasión al tiempo
todo, ahí adentro
revolviéndose el cerebro
jauría de lobos
a la luna aullando
mil y un pensamientos por segundo
con los ojos cerrados
sin prisa, sin tiempo
volando por los infinitos mundos
esos que no están escritos
sólo grabados en el cerebro
en el corazón, los mejores se grabaron...
Llegó la paz infinita, silencio
sólo los latidos
de las caricias, ese tacto
ese beso eterno
encuentro de labios
hambrientos, muy hambrientos
deseosos de que no se acabe este momento.
Toni Oliver
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