Trotaba el caballo
Trotaba el caballo
sobre el prado de mil colores
inmenso, sin fronteras
en su mente ese niño
o quizás era niña
correteando sobre la hierba
revolcándose para percibir su frescura
poco importa si se mancha
menos importa lo que le digan
quiere sentir el viento en su cara
no los muros del establo que le encierra
ni la comida del pesebre
caduca, dura y vieja.
Quiere sentir
como corre la sangre por sus venas
esa hierba fresca con que se alimenta
mojada del rocío al alba
como si fuera miel de abeja
o con esa escarcha de la mañana
que la deja crujiente
cual helado de libertad
que no se consigue en una tienda.
Toni Oliver
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