Se veía, ahí abajo

Se veía, ahí abajo

Se veía ahí abajo

un enorme pez

de corales incrustado

mil colores, a cual más bello

moviéndose despacio.

El azul mar 

ese donde estaba viviendo

a través del sol 

entre sus aguas filtrado

inmenso el espectáculo.

Flora y fauna

cual imaginación alocada

conviviendo en un mismo espacio

surgido hace muchos años

como si se tratara de algo mágico.

Se le ocurrió al pintor

desvelar el secreto

no el sitio donde fue hallado

lo plasmó en un lienzo

haciendo volar el cerebro.

Quizás debería decir nadando

con su calma allá en el fondo

sin prisas para ese algo misterioso 

quizás con música de violines

tal vez acompañado de un buen piano.

Esas notas

que nadan, vuelan

sí, todo a la vez

con sus deformaciones armoniosas

tal fuera un hermoso ballet.

Toni Oliver