Volvieron a aparecer
Volvieron a aparecer
eses ojazos marrones
con esa mirada penetrante
al tiempo que absorbente
secuestrando mi mente
hacia un mundo impenitente
el alma arrancándome
con los labios de cómplices
en postura semi sonriente.
Tu rostro brillante
soporte de esos dos luceros intimidantes
no se atreven mis ojos a parpadearte
no sea que se pierda tu imagen
y no pueda seguir viéndote
difuminándote entre el aire
en esa niebla que en mi formaste
por el mero hecho de conocerte
en mis retinas te grabaste.
Toni Oliver
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