Se puso colorada la luna
Se puso colorada la luna
vio como el sol se acostaba
mientras ella se levantaba
se ruborizaba al pensar que el sol la vería
con esas pintas y ni siquiera peinada.
Al sol poco le importaba
sólo con verla sonreía
amoríos imposibles en la eternidad
como condena a su existencia
y sí, ruborizada sonreía también la luna.
Mientras el sol soñaba
con ese amor imposible de toda la vida
desde los tiempos de los tiempos enamorado de ella
hoy se le evaporaban las lágrimas
bajo las mojadas sábanas.
Y ella, la luna
elevándose al cielo, como si nada
pero su corazoncito latía y latía
tan tierna que temblaba
cual colegiala en su primera cita...
Toni Oliver
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