Suenan esos gemidos
Suenan esos gemidos
como las cuerdas de la guitarra
al pasar los dedos
sobre esa piel aterciopelada.
Gemidos, jadeos
sin control, a destiempo
sentidos como desgarros
del placer asalvajado.
Mira esos ojos
ese brillo salvaje
que impulsa a la pasión
llegando al desenfreno.
Huele, ese perfume
que sube por toda la habitación
que cuando a tu piel me acerco
me embriaga, cual borracho.
Borracho de ilusión
de ir a la deriva como un barco
dejándome llevar por la brisa
la que provoca tu aliento.
Ese aliento, cerca de mis labios
incitándolos a comerte a besos
esos besos salvajes de pasión
sin fin, sin tiempo.
Tu piel, mi piel
juntas, fusionándose
aleación perniciosa
arranca el viaje.
Ya en pleno vuelo
planeando por todos los recovecos
enorme, minuciosa exploración
la aventura ha dado comienzo...
Toni Oliver
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