La dama de negro
La dama de negro
enfundada en su traje oscuro
color caoba su pelo
azabache, su caballo
alado como Pegaso.
De noche se sumerge en los lagos
de día, entre las nubes hacia los cielos
sólo vista por los campesinos
que viven y sueñan en el campo
día y noche bajo el firmamento.
Nadie la ha reconocido
a pesar de los muchos años
que día tras día la van viendo
siempre allá a lo lejos
naciendo el gran misterio.
Recorre éste los pueblos
de boca en boca, cual bulo
unos dice que se come el ganado
otros, que sus siembras va quemando
los menos, la adoran, le van loando.
Cuentan los niños
cuando la luna llena va saliendo
se le ve cruzando con su caballo
esa luna bella, cabalgando
algunos dicen que con la espada en alto.
El cura, ya acojonado
viendo al pueblo levantado
a todos los va reuniendo
para que vayan rezando
luego pide el diezmo.
Tras el sermón
sacando a todos los diablos
de sus infiernos con sus engaños
el pueblo sale más asustado
el cura baja del púlpito sonriendo
frotándose las manos.
Toni Oliver
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