Bajo la niebla
Bajo la niebla
difuminada bajo la luz de las farolas
luz que parpadean sus lámparas
de mercurio y cristal fabricadas.
Un aire de misterio
extraños ruidos entre el silencio
rompiendo el sonido de los pasos
del deambulante viajero.
Cabizbajo, pensando en mil diablos
millones de tormentas pasajeras
que atormentan su existencia
carcomiendo el cerebro, como las ratas.
Un tropiezo, tiembla la farola
la cabeza al ritmo de la farola baila
los diablos y sus tormentas
se convierten en la misma niebla.
De frente, sin saber si es real
o ni tan siquiera un sueño
ahí estaba ella, callada
esperando que la estabilidad recuperaras.
Cruce de miradas
pensamientos inciertos
esperando algunas palabras
para romper ese hielo.
Ambos, agarrados a la farola
la lámpara parpadeaba
al igual que los cuatro ojos y su mirada
ambos abrazados se fundieron entre la niebla.
Se alejaban, se alejaban
sólo sus pasos entre el silencio
la niebla que les calaba
hasta los huesos temblaban...
Toni Oliver
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