Te sentaste
Te sentaste desnuda
sobre el baúl de los recuerdos
cual cebo de pesca
mis ojos se engancharon.
Atraído por la sensual lujuria
me acerqué con calma, decidido
a sacar los salvajes gritos de mi alma
que hace tiempo tengo escondidos.
Los arrancaste de cuajo con tu mirada
ya, desalmado, me dejaste encarcelado
desnudo ante mis recuerdos que me corrían
congelándome en mi triste pasado.
Buscando la salida
los recuerdos sólo palpo
todo oscuro, dentro y fuera
buscando la luz de algún rayo.
Me queda tu desnuda figura
entre recuerdo y recuerdo
de mis pensamientos mortal trampa
por mucho que lo intente, no aprendo.
Toni Oliver
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