Se dispersó
Se dispersó
la ira del malvado tirano
después de cincuenta días estelares
que sumía en la oscuridad
el planeta Tierra.
Dejó en el cielo su rostro
con su risa maléfica
su barba negra encrespada
sus ojos escondidos tras sus cejas
tiembla la tierra con semejante imagen.
En esos días en lo oscuro
sus babas de barro, tierra
envenenadas de más ira
estropeando la vida a quien respira
infectando con su propia maleza.
Su risa maléfica
con el eco se esparce por los rincones
donde luchan los elfos
para vencer al maléfico
éste con bombas ellos con palabras.
Algunos rayos de sol
entre lucha y lucha
causada pro las bajas
en el fragor de la batalla
sólo rayos, chispas de esperanza.
Millones de orcos
armados con mentiras y farsas
desapareciendo su esencia
entre la mismísima nada
disolviendo la gran nube al alba.
Al fin brilla el sol
sin rastro de esa ira
con el silencio de esa maléfica sonrisa
que se disuelve al calor
como si fuese fina parafina.
Toni Oliver
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