Amaneció
Amaneció
por el suelo los cascotes
las ventanas sin cristales
la cama empolvada
por las miserias humanas.
Aunque llena de polvo
la basura bombardeada
suena todavía la viaja gramola
los discos de piedra
lo primero que se leía, “La voz de su Amo”.
Mi cabeza sin canas
también sin pelo
blanca la barba
moviéndose mis manos
los oídos alborotados.
Dirijo la orquesta imaginaria
que en la gramola suena
mientras me olvido de las miserias
del ruido y las bombas
hasta del traqueteo de las balas.
Divagantes mis pensamientos
desconectados del universo
a veces es mejor estar un rato ciegos
la realidad ignorando
necesita descanso el cerebro.
Se repiten las historias
sin que la lección aprendamos
ya se encargan de borrarnos
uno a uno los recuerdos
cambiando la historia con un cuento.
Sigue el disco dando vueltas
para ser más exacto, hipnóticas
viendo saltar la aguja
en los rayazos de la historia
sobre el colmo de la incongruencia.
Toni Oliver
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