Ahí estabas

Ahí estabas

Ahí estabas

recostada en el sofá

tu vestido, blanco brillante

tus ojos abiertos que no distinguía

mirada interesante a ninguna parte.

Curioso también

ante esa mirada tan interesante

me arrodillé al suelo

tumbando la cabeza

mis ojos en tus labios.

Explorando

dos diamantes negros

puro carbono pulido

agujero negro

puerta de otro universo.

De tus labios se esbozó una sonrisa

de los míos en respuesta 

otra sonrisa afloraba

un parpadeo de ojos

una, al unísono, carcajada.

Se rompió el universo

explotó el mundo

por los suelos el revuelco 

entre la confusión un abrazo

con éste un apasionado beso.

Podría seguir explicando

pero lo mantengo en secreto

que por mis palabras a veces soy censurado

quizás no entiendan como me expreso 

o, tal vez, la hipocresía va ganando.

Toni Oliver