Se tiñó el cielo
Se tiñó el cielo de rojo
el agua con las llamas ardiendo
al atardecer el sol se va despidiendo
las sombras lo van adorando
vuelven a su gran reino.
De entre las aguas, dicen, diablos
que van saliendo y bailando
el mundo de las tinieblas va ganando
antes de que la luna se haya levantado
las sombras se van alargando...
Se respira el aire frío
los pulmones se van helando
la escarcha se va posando
rompiendo al paso
en la noche su silencio.
Cruje bajo los pies, sus zapatos
dos cuerpos bajo la luna iluminados
con el crujir de la escarcha caminando
el cante del búho a lo lejos
hasta los lobos están aullando.
Siguen nuestras huellas los lobos
silentes, en alerta, despacio
nuestro respirar entre los árboles retumbando
el latir de los corazones, un terremoto
sobre nuestras cabezas un vuelo.
Hojarasca, ramas, fuego
en la oscuridad irrumpiendo
el calor nos va abrazando
danzas de las llamas y chasquidos
hipnotizante, se cruzan nuestros ojos.
Las miradas, el fuego, sus reflejos
mudo diálogo entre el incierto
los oídos afilados
escuchando cualquier sonido
entre la hojarasca y lo inesperado...
Toni Oliver
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