Dejaste las manos, los brazos
Dejaste las manos, los brazos
socorriendo al universo
para salir del lodo
que la vida te va metiendo.
Ahora, los buitres y los cuervos
vigilando tus despojos
cuerpo débil, destartalado, flojo
vuelan en círculo en el cielo.
En cada vuelo se van acercando
como una espiral que fuera bajando
espada de Democles pendulando
con su filo bien afilado.
Mi espada, que la lucha ha mellado
la busco palpando donde alcanzan las manos
los ojos me están fallando
pero sólo moriré luchando.
Si a mis restos le queda tiempo
esa espada iré afilando
mientras la de Democles va bajando
matando primero el miedo.
Intento respirar hondo
para el coraje ir recuperando
luchas por la vida hasta el último respiro
aunque mi mente esté dudando.
Si vencen los buitres y los cuervos
de nada de lo hecho me arrepiento
aunque me autodenomine tonto
la conciencia tranquila dejo.
De la espada sale el brillo
con los rayos de sol sus reflejos
las alimañas se van cegando
cayendo en su propio vuelo...
Toni Oliver
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