Me pusiste esa carita
Me pusiste esa carita
de diablo puñetero
me arrastraste a los infiernos
tirándome a la caldera de aceite hirviendo.
Aceite perfumado
con el que masajeabas mi cuerpo
encendiendo más las llamas
que ya ardían en mis adentros.
Me enseñaste del infierno los entresijos
cuanta mentira en este valle de presos
cuando en el infierno nacen todos los sentimientos
cuan bello ver como van creciendo.
En la piel me los vas grabando
como si lo estuvieran a fuego
arde mi alma, puro fuego
por dentro una caldera hirviendo...
Toni Oliver
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