Divagaciones espirituosas de una copa llena de vino, una botella que se va vaciando y la anterior copa que seca se va quedando.
"El que al mundo vino y no toma vino, ¿a qué vino?"
Bernardo Piuma
“El vino es poesía embotellada”
Robert Louis Stevenson
El kit de la cuestión es que los efluvios espirituosos te llevan a un punto en que ves los espíritus pasar por delante de tus ojos creando una realidad espirituosa, donde los reflejos se evaporan tal como lo hace el espíritu entre el todo y la nada acabando en la cama o en algún rincón por donde los espíritus vagan...
Y sí, es poesía, cuando baila la gente y las cosas, aunque quietas, lo hacen en armonía, como la que se usa entre el sujetar la copa, percibir su perfume, adentrarlo en la boca, pequeños y delicados sorbos que bañan el paladar, llevándote a otra realidad, la de los ensueños, a la del mundo de los locos cuerdos o a ese donde la locura acaba en raros juegos que al despertar... "De nada me acuerdo".
Toni Oliver
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