Susurraba
Susurraba el antiguo acordeón
con su sano corazón y a pleno pulmón
aquella melodía de antaño
por la que casi me explotan los labios
por decirte ese difícil te quiero
con mi cuerpo lleno de miedo
aunque cargado de amor.
Esa melodía con la cual bailamos
ese atrevido baile juntos
sin saber donde colocar las manos
la mente divagando,
ellas tanteando, de exploración
por ese continente recién descubierto
buscando la tentación del diablo.
La pista de baile con su llenazo
entre la multitud el anonimato
solos entre todo el gentío
las mejillas arrimando
buscando tropezar con los labios
como trofeo llevarme ese beso robado
por si desaparece cuando la música se haya acabado.
Y sí, se paró el acordeón
ella desapareció de mis brazos
en mis labios permanecía ese beso
el tacto de las manos
ese roce con su cuerpo
buscando esos sitios prohibidos
aventuras de jovenzuelo.
Cada vez que sierro los ojos
aparece el susurro del acordeón
recordándome aquel tiempo
anécdotas de pasado
melancólicos recuerdos
para cuando el presente me tiene abandonado
en mi cárcel imaginaria encerrado.
Toni Oliver
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