Entre los silencios de la noche
Entre los silencios de la noche
acercándose las primeras luces del alma
sonaba la aldaba, sus golpes en la puerta
fuerte, muy fuerte, acallando los latidos
de ese esforzado corazón que la sangre bombeaba.
Entre las pausas y la desesperación
de los golpes que cada vez más rápidos sonaban
la soledad innata de mis entrañas
mi cerebro con sus jaurías
las fieras de las mudas palabras.
Entreabrí la puerta, chillaba
tiempo ha que no la engrasaba
mi corazón no la necesitaba
tu presencia, enfrente, toda alborotada
tus ojos, los míos miraban.
Diría yo, hasta los adentros perforaban
desnudo, no de ropa, sino del alma
entraste como rebaño de cabras salvajes
alborotando lo que quieto estaba
no dejando en su sitio nada.
Enorme remolino, me arrastrabas
tu fuerza centrífuga me absorbía
llevándome en un vuelo entre el todo y la nada
me cerebro bailaba y cantaba
despertando del sueño que le adormilaba.
Remolino salvaje, verde la selva
las hojas de los árboles me arrancas
los troncos desnudos dejas
sin que pueda esconder nada
indefenso, sin caretas ni coraza...
Toni Oliver
No hay comentarios:
Publicar un comentario