Cruzaste el rayo de sol
Cruzaste el rayo de sol
que por la ventana entraba
con tu mano desnuda
con la otra sujetabas la guitarra.
Vibraron las cuerdas
como lo hacen las hojas del árbol
al soplar de la brisa
tras la entrada del otoño.
Las notas volaban
como el canto de los pájaros
en el aire se va esparciendo
llegando a vibrar hasta el alma.
Luego, como por arte y misterio
acompañaste a tu mano
quedándote bajo el rayo
dulces y alegres tonos dorados.
Cambiaste las notas
el corazón se iba calentando
al calentar del sol
cobraban vida los recuerdos.
Tanto que hasta los fantasmas
junto con sus almas salieron
danzando juntos
el vals de los infiernos.
Mas no el de los fuegos
el del ardor del corazón
vivo de nuevo como una nota al cielo
vibrando con las cuerdas a su son.
Toni Oliver
No hay comentarios:
Publicar un comentario