Blancanieves
Blancanieves
tímida decían que era
siete enanitos en casa
ella... Ummm, muy bella.
Aburrida se volvía la vida
el tamaño escaseaba
sólo cantidad había
mas intensidad no se aportaba.
Apareció el fiero dragón
de sus fauces llamas
brazos poderosos
de él se enamoraba.
No le bastaron los siete enanitos
se fue con el dragón gigante
siempre ardiendo de pasión
fuego hasta en los dientes...
¿Me invitas a un cigarro?
Sí, de esos verdes...
Con la flama de su boca
empezó a arder la hierba.
El humo la vista nublaba
la cueva ya estaba llena de niebla
entre abrazos y caricias
las risas se acumulaban.
Se volvió la Blancanieves
si cabe, más ardiente
con la vista nublada jugaba con sus fauces
entre calada y calada el tamaño aumentaba.
Ella, la que llamaban tímida
volviéndose, eso dicen, descarada
por en medio del bosque se paseaba
sin importarle la Reina bruja.
El dragón la guardaba
en su guarida jugaban
en la casa de los enanos limpiaba
con ellos, vagos les decía, se cabreaba...
Toni Oliver
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