¿Zapatos?
¿Zapatos?
Cárceles indecentes,
para mostrar la farsa de las clases,
los pies enjaulados en cueros
y charol pulidos.
Otros, los menos,
libres como el viento,
disfrutando de la mar salada,
de la minúscula arena,
del relajo del sentir la vida,
el masaje de esa arena mojada y esas olas...
Objeto de deseo,
espectáculo infinito,
oro para la vista,
sabor a mar,
ese salado tan especial
a que quien lo prueba
se encaja en su cerebro
para no olvidarlo ni en los peores momentos...
Toni Oliver
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