En la mesa un papel
En la mesa un papel
la pluma en la mano
el cerebro vacío
no sabe que está buscando.
Afuera, la lluvia golpeando
con música de percusión
sobre los cristales viejos
del viejo caserón.
Doble el papel con mi mano
una y otra vez, aburrido
conviriéndolo en un barco
ahora me falta un charco.
Abro la puerta, chirriando
historia de fantasmas o un cuento
las gotas pegan contra el suelo
como si fueran Thor con su martillo.
Con cuidado unos pasos
agua en forma de reguero
la miro con cariño
ahí florará mi velero.
Como corre observo
tumbándose de lado a lado
cierro los ojos, como cuando niño
en medio del mar estoy navegando.
Sopla el viento
en la tormenta furioso
como buen marino
mantengo el barco en equilibrio.
Se mueve como un cascarón
estable, por las velas controlado
niño viejo o viejo niño
el corazón siempre aventurero...
Toni Oliver
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